martes, 4 de noviembre de 2008

Conciencia mazahua

En esta práctica de campo en algunos pueblitos de San Felipe del Progreso volví a ver la miseria en la que viven los indígenas; cómo el mal gobierno se ha dedicado a excluirlos y engañarlos con falsas promesas; cómo cada vez los esclaviza más. Actualmente todos somos parte de esa esclavitud, vivimos engañados por un gobierno que predica la justicia y hace todo lo contrario, solo que son los indígenas, la gente que vive de la tierra, los que más son golpeados por ese látigo. Es triste llegar y enterarte de todas sus carencias, que sufren discriminación y maltrato hasta de sus propios médicos, y lo peor es que aun sabiendo todo lo que padecen, se han resignado completamente y se conformen con lo peor, se sienten tranquilos y afirman que no les falta nada, que no tiene nada que pedir, que no hay nada que cambiar y por tanto nada por que luchar; el mal gobierno ha tratado de ocultar con perfume barato el olor a podredumbre que emana de sus porquerías; pero a pesar de todo esto siempre hay quienes no están de acuerdo, que han logrado ver mas allá de lo visible y que han entendido que la situación que viven no es la que merecen, que como seres humanos tiene derecho a una vida digna, se saben parte del tejido social y como tal están dispuestos a actuar en favor de todos, incluso ya hay ejemplos de organizaciones que luchan para conseguir lo que les corresponde. Hay mucha gente conciente y activa, dispuesta a dar todo con el deseo de conseguir otro mundo, un mundo justo en el que se pueda vivir en paz en el que todos sean respetados con sus diferencias, son estas personas las que encienden mi esperanza y mis deseos de actuar.